DECONSTRUYENDO A DAVID
Admito que me da un pelín de envidia ver que alguien consigue ganarse la vida haciendo lo que mas le gusta. A mí me gustaría conseguirlo, pero no sé cómo. Soy capaz y dinámico, tengo motivación y energía, pero me falta dirección, una estrategia, algo que me ponga en el buen camino.
Tengo suficientes años de lucha como para darme cuenta de que conocer los casos de fulanito, de menganito o de quien sea que lo consiguió, no es ayuda. Sé que los apoyos de acento anglosajón estilo "sí, tú puedes" significa un ibérico "no me toques los huevos con tus problemas que ya tengo suficiente con los míos". Soy consciente de que por mucho que insista nadie va a adelantarme lo esencial, lo más importante: el cómo.
Por eso estoy aquí, pegado como una lapa a David, un actor que siempre quiso ser actor (en Portugal, un país de escasa producción teatral y cinematográfica). Para observar, escudriñar e investigar cualquier acción, gesto o palabra en la vida profesional de esta actor de 1 metro y 37 centímetros. Para intentar descubrir qué es necesario aprender o desaprender, hacer o deshacer, ser o no ser, para ganarme la vida con lo que más me gusta.
Creo que sobra decirlo pero, por si las moscas, ahí va: estáis invitados a acompañarme. Aprovechad. No todos los días alguien como David, que consigue ganarse la vida con lo que más le gusta, nos deja entrar en su mundo laboral. Además, es mucho más agradable deconstruir a David acompañado. Podemos comentar, comparar observaciones, afinar conclusiones... En fin, intentar descubrir juntos el tan deseado cómo y así poder ganarnos la vida con lo que más nos gusta.
Tengo suficientes años de lucha como para darme cuenta de que conocer los casos de fulanito, de menganito o de quien sea que lo consiguió, no es ayuda. Sé que los apoyos de acento anglosajón estilo "sí, tú puedes" significa un ibérico "no me toques los huevos con tus problemas que ya tengo suficiente con los míos". Soy consciente de que por mucho que insista nadie va a adelantarme lo esencial, lo más importante: el cómo.
Por eso estoy aquí, pegado como una lapa a David, un actor que siempre quiso ser actor (en Portugal, un país de escasa producción teatral y cinematográfica). Para observar, escudriñar e investigar cualquier acción, gesto o palabra en la vida profesional de esta actor de 1 metro y 37 centímetros. Para intentar descubrir qué es necesario aprender o desaprender, hacer o deshacer, ser o no ser, para ganarme la vida con lo que más me gusta.
Creo que sobra decirlo pero, por si las moscas, ahí va: estáis invitados a acompañarme. Aprovechad. No todos los días alguien como David, que consigue ganarse la vida con lo que más le gusta, nos deja entrar en su mundo laboral. Además, es mucho más agradable deconstruir a David acompañado. Podemos comentar, comparar observaciones, afinar conclusiones... En fin, intentar descubrir juntos el tan deseado cómo y así poder ganarnos la vida con lo que más nos gusta.
EL BIGOTE DE DAVID
EL CASTING
DAVID Y SEGISMUNDO